jueves, 29 de diciembre de 2011

“La lectura: el elemento fundamental”, Matute, Álvaro (1982), en Fernando Solana (coord.), Historia de la educación pública en México, México, FCE, pp. 177-181.

José Vasconcelos, expresa que si un pueblo no tiene que leer más vale dejarlo analfabeta. Esta frase tenía por objeto defender la acción editorial de la secretaria de educación pública. Vasconcelos consiguió que el presidente permitiera que los talleres gráficos de la nación pasaran a la secretaria de educación y que además, se dotara el departamento editorial de nuevas prensas, asimismo la secretaría inició el establecimiento y dotación amplia de libros en las bibliotecas estas eran muy pocas y la mayoría funcionaban mas como bodegas y depósitos de libros que como lugares de lectura. En este sentido, las largas temporadas que paso Vasconcelos exiliado en los Estados Unidos le hicieron ver la importancia de que un país cuente con centros de lectura. Durante el primer año de su gestión como rector, todavía antes de la creación de la secretaria, se hayan echado a andar 197 bibliotecas, divididas en 64 municipales, 80 obreras y 54 escolares. Con una dotación total de 20000 libros para todas. Dos años más tarde, el número subió a 671, incluyendo 21 ambulantes y una circulante. A las nuevas bibliotecas se les dotó de de 65000 volúmenes, que sumados a los cien mil repartidos entre 1991 1992 se demostraba elocuentemente el interés oficial para incrementar la lectura y hacer que hiciera de complemento a las campañas de alfabetización. En 1997 Vasconcelos creo dos bibliotecas importantes: la iberoamericana, especializada en obras relativas a la cultura, historia y realidad latinoamericana, alojada a un contado de la secretaria, y la biblioteca Cervantes dedicada a la literatura esta se albergo en un sitio de Guerrero. José Vasconcelos fue un buen lector desde su infancia. El plan Vasconcelista era fundamentar cien obras fundamentales de la cultura universitaria y al mismo tiempo, libros de índole técnica que sirviesen de auxiliares y como elementos de aprendizaje, Vasconcelos no alcanzó a editar las cien obras que se proponían, pero si logro inundar al país con libros, bibliotecas públicas y privadas, así como motivar a los lectores a entregarse a los clásicos y, en general a las obras publicas entonces por la secretaria de educación pública

1 comentario:

  1. QUE BUENA lectura, hoy tengo el conocimiento sobre como se fue conformando la historia de la educacion publica; en relacion de lo didactico como los lbros que hoy TENEMOS en nuestras BILBIOTECAS

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